Si quieres saber cómo puedes aprovechar los expositores de productos para destacar, te explicaremos qué es visual merchandising, y los beneficios que su práctica tienen para tu negocio.
El visual merchandising es el proceso de planificación, diseño y exposición de los productos para destacar sus características y beneficios. Y tiene como objetivo atraer y alentar a los clientes para que compren algo: este es el secreto del éxito de las tiendas minoristas.
Si bien los productos bien diseñados son la primera cara de entrada a tu tienda. Hacer uso del visual merchandising llevará a tu negocio a lo más alto. Es lo que hace que los clientes entren en tu tienda y gasten dinero.
¿No estás seguro de cómo empezar con el visual merchandising? En este post te guiaremos en la creación de expositores eficaces para captar la atención de tus clientes y motivarlos a realizar una compra.
Al entrar en una tienda típica, probablemente observarás que los expositores de productos están ordenados y destacan visualmente los artículos a la venta. Esos productos no están dispuestos de esa manera por accidente: el comerciante está utilizando las mejores prácticas de visual merchandising para ayudar a que los productos se vendan solos.
Esencialmente, tu espacio de venta tiene que ser tu vendedor más productivo y eficiente, y el visual merchandising emplea el arte de optimizar tu tienda minorista y los expositores visuales para obtener los máximos ingresos.
Sí, la disciplina requiere un sentido de la estética, pero también es una ciencia: el visual merchandising es una estrategia probada con resultados que puedes replicar en tu propia tienda.
Sin embargo, también es importante reconocer que el campo del visual merchandising abarca muchos temas distintivos del diseño comercial.
Las mejores prácticas lo abarcan todo, desde la creación de expositores eficaces que atraigan la atención de los clientes potenciales, hasta la señalización que se coloca, pasando por la distribución de la tienda y mucho más.
Ahora que sabemos qué es visual merchandising, veamos por qué los minoristas deberían pensar en este proceso de merchandising al diseñar sus tiendas físicas.
Una mejor experiencia del cliente y más ventas son el núcleo del visual merchandising.
Los compradores entrarán en tu tienda y buscarán estímulos visuales. Si consigues captar su atención y guiarlos por tu tienda, verás cómo aumentan las ventas.
Janeth Arechiga, cofundadora de la boutique de plantas “Noble Planta”, explica en una entrevista con Shopify que "el visual merchandising ayuda a mostrar la personalidad de tu marca y a atraer a los clientes adecuados. Una vez que captas ese público, puedes centrarte en diferentes estrategias de exposición del producto que te venden."
Janeth, que tiene experiencia en visual merchandising para marcas globales como Zara, rota e innova continuamente los expositores de Noble Planta, manteniendo una estética fresca y visualmente estimulante para su experiencia en la tienda.
Si se hace bien, los minoristas pueden influir en el tiempo que el cliente pasa en la tienda y en las decisiones que toma. Las experiencias en la tienda pueden crear "momentos de contacto" en los que la gente interactúa con la mercancía. Esto puede ser sostener una maceta, sentarse en una silla cómoda o probarse y usar productos de muestra.
Un gran visual merchandising inspira a los compradores a compartir fotos de tu tienda en las redes. Los compradores pueden publicar Historias o fotos de tus productos en sus feeds. Esto hace que tu marca llegue a un público más amplio que es más probable que compre.
Teniendo en cuenta que el 93% de los clientes consideran que el contenido generado por los usuarios es útil a la hora de decidir la compra de algo, los minoristas deben trabajar para conseguir más influencia social de forma orgánica.
Algunos tipos de visual merchandising son más prácticos que otros. Algunos son sencillos expositores que puedes hacer en pocos días, mientras que otros requieren más presupuesto y recursos para llevarlos a cabo.
Hay muchas opciones. Pero aquí están las más comunes para las pequeñas empresas minoristas.
Una forma común y eficaz de visual merchandising es un expositor. Un buen expositor o vitrina llamará la atención del transeúnte y le animará a entrar en tu tienda. Los minoristas utilizan las vitrinas para presentar nuevos productos, destacar promociones y mostrar la personalidad de su marca.
La creatividad en un expositor es crucial para un pequeño negocio minorista. Quieres mostrar tus productos con claridad. Esto permitirá a los transeúntes ver lo que vendes y atraer a los clientes adecuados.
“Los seres humanos sienten una atracción subconsciente por los elementos visuales llamativos. Las vitrinas no solo captan su atención, sino que les ayudan a imaginarse cómo quedarán los productos en ellos o en sus casas. Estos expositores inspiran a los posibles clientes y facilitan la compra una vez que están en la tienda.”
Los escaparates son una parte crucial del visual merchandising y a menudo la primera interacción que se tiene con los clientes potenciales.
Los minoristas siempre están trabajando para crear experiencias únicas en la tienda. Una tendencia reciente ha unido los mundos físico y digital a través de experiencias interactivas. Funcionan porque los elementos interactivos se mueven y cambian, lo que atrae a los compradores y les hace interactuar con tu marca.
Estas exhibiciones incluyen grandes inversiones, como máquinas expendedoras inteligentes con grandes pantallas táctiles, espejos inteligentes y pantallas de exposición de RV, así como tácticas más pequeñas (e igualmente eficaces), como una lista de reproducción de la tienda controlada por el cliente y la obtención de recomendaciones de productos de un chatbot.
Los maniquíes son la forma clásica de visual merchandising. Son eficaces porque imitan el cuerpo humano y se pueden estilizar mucho. Los minoristas pueden elegir los maniquíes en función de su clientela, a través del género, el tamaño, la forma, entre otros.
Los maniquíes son el mejor amigo de todo minorista. Están disponibles por medidas exactas y varios materiales, por lo que puedes encontrar un conjunto que se ajuste a tu cliente objetivo.
A menudo se olvida la caja cuando se piensa en que es visual merchandising, pero es la única zona con la que interactúan los clientes cuando van a comprar algo. Los expositores de caja son lo suficientemente potentes como para atraer a nuevos clientes de fuera y fomentar las compras por impulso.
Trata la caja como cualquier otra área de tu tienda y verás un mayor valor medio de los pedidos y los ingresos.
Hay muchos caminos que se pueden tomar para el visual merchandising. Echemos un vistazo a los elementos visuales más importantes que debes conocer al diseñar tus expositores.
Puede ser fácil centrarse en la creación de expositores de productos visualmente estimulantes y olvidarse de los otros cuatro sentidos. Pero el secreto de una experiencia de compra atractiva y envolvente es crear un encuentro multisensorial, o lo que se conoce como "marca sensorial". Veamos con más detalle cómo se puede hacer eso:
Hay un sinfín de señales visuales con las que puedes jugar para comunicar tu mensaje. Desde utilizar los colores por sus desencadenantes psicológicos, hasta aprovechar la iluminación, la simetría, el equilibrio, el contraste y el enfoque para dirigir y controlar dónde mira el cliente y durante cuánto tiempo.
Es uno de los componentes fascinantes del visual merchandising.
La música que pones en tu tienda tiene un efecto profundo pero sutil, en el comportamiento de tus clientes mientras compran. Dependiendo de a quién te dirijas, puedes ralentizar a la gente poniendo una música más suave, lo que hará que se entretengan mirando.
Este es probablemente el más fácil de hacer. Los minoristas sólo tienen que acordarse de dar a los clientes la posibilidad de tocar, sentir y/o probar lo que se quiere vender.
Aunque no lo creas, hay toda una ciencia en lo que se conoce como "marketing olfativo", con varios estudios de casos reales de marcas mundiales como Samsung, Sony y Verizon que lo aplican en su beneficio.
El olfato es una vía rápida para el sistema cerebral que controla la emoción y la memoria, dos factores muy importantes por los que elegimos una marca en lugar de otra.
Esto puede ser mágico si te dedicas a la venta de productos de consumo. Dar a los clientes la posibilidad de probar los productos antes de comprarlos es el equivalente a dejar que la gente se pruebe la ropa. Es una práctica muy eficaz.
El color es uno de los elementos más importantes si quieres comprender qué es visual merchandising. Atrae la atención, expresa un significado, unifica el entorno e influye en el comportamiento de compra.
Las paletas de colores son específicas de cada tienda y pueden crear conexiones emocionales con los compradores. Intenta utilizar tonos contrastados, como el blanco y el negro. O prueba los colores monocromáticos, que son todos los tonos basados en un color. Un ejemplo de ello es utilizar el rosa, el rojo y el granate para tu tienda.
A la hora de decidir la paleta de colores, pregúntate:
Por ejemplo, si estás creando una boutique boho-chic, querrás considerar tonos terrosos para mostrar la pasión de la marca por la naturaleza y la libertad.
Cada grupo de clientes tiene sus propias preferencias de color. Deberás utilizar colores que les atraigan y evitar los que no les gusten.
Para destacar, no debes utilizar los mismos patrones de color que sus competidores.
El elemento más importante del visual merchandising es proyectar la identidad de tu marca e innovar en ella constantemente.
El espacio blanco se refiere a las áreas de tu tienda que no incluyen ningún elemento de diseño. El espacio no tiene que estar pintado de blanco ni nada por el estilo. Simplemente está vacío.
El espacio en blanco tiene una función para los minoristas porque da a los clientes espacio para respirar. Destaca los expositores y los productos y reduce el desorden. También añade diferentes puntos de atención en toda la tienda.
Apple, por ejemplo, se ha inclinado por el diseño de tiendas minimalistas con mucho espacio en blanco. Sus tiendas son sencillas, pero hermosas. La mercancía ocupa el primer plano, dejando que los clientes interactúen con los productos sin ninguna distracción.
Antes de comprar algo, la gente suele querer hacerse una idea de cómo será y cómo se sentirá. Para satisfacer esta necesidad, puedes organizar los expositores de tus productos de forma que los compradores puedan imaginarse tus artículos en su propia casa (o vistiéndolos, en el caso de la ropa).
Por ejemplo, en las tiendas de muebles, los expositores de los productos facilitan que los clientes se imaginen cómo quedarían esos mismos productos en sus casas. Las tiendas de utensilios de cocina exponen sus productos como si estuvieran en una cocina normal, y así sucesivamente.
Otra forma destacada de los minoristas de ropa es crear políticas que obliguen a tu personal de ventas a llevar la ropa que venden. Y, por supuesto, el ejemplo más probado de esto sería el maniquí y la forma del cuerpo, que puedes estilizar con todos tus últimos productos.
Esta táctica ofrece a los clientes potenciales un punto de referencia inmediato. Y cuando los clientes pueden imaginarse usando tu producto, es más probable que lo compren.
Esta táctica también está relacionada con la captación de los sentidos de los clientes y les permite experimentar diferentes estados de ánimo y emociones en función de la iluminación de la tienda. Que se sientan como en un club nocturno, en una pasarela de moda o como en casa dependerá en gran medida de cómo decidas utilizar la iluminación.
Utilizar focos para resaltar determinados productos es también una forma segura de dirigir la atención y asegurarte de que la gente vea tus productos más destacados.
A la hora de crear expositores, la mayoría de los especialistas en visual merchandising suelen referirse a la “regla de tres”, lo que significa que, al crear un expositor de productos, hay que intentar trabajar en grupos de tres.
En función de la colocación del producto, querrás tener tres de ellos uno al lado del otro en lugar de uno solo. Por ejemplo, si se trata de ordenar las cosas por su altura, habría artículos cortos, medianos y altos.
Es más probable que nuestros ojos sigan moviéndose cuando miramos algo asimétrico, porque cuando vemos algo simétrico o equilibrado nuestros ojos se detienen en seco.
La regla de tres mantendrá la atención de tus clientes en los expositores de tus productos durante más tiempo.
Esto también alude al principio de la pirámide, según el cual si tienes un artículo en la parte superior y todos los demás "un escalón por debajo", obligas al ojo a mirar el punto focal y luego a descender.
Agrupar productos con otros similares dará a tus clientes razones adicionales para comprarte más productos. Pero la agrupación de artículos también tiene una justificación más utilitaria: ahorra tiempo a los compradores.
No tienen que recorrer toda la tienda tratando de mezclar y combinar artículos o comparar precios. Es una de las razones por las que las tiendas de comestibles colocan las salsas al lado de las papas fritas, o la mantequilla de maní con las mermeladas.
También se puede pensar en crear categorías. Pero no tienes que limitar tu creatividad a esto: también puedes crear "agrupaciones" dentro de las categorías. Eso significa tener juntos productos que pueden ser del mismo color, precio, tamaño o tipo.
Conocer a tu cliente objetivo por dentro y por fuera te ayudará enormemente a la hora de crear un visual merchandising, y una exposición de productos eficaces.
No nos referimos sólo a familiarizarse con los datos demográficos, como la edad, los ingresos y el nivel educativo de los clientes, sino a profundizar un poco más en sus características psicológicas y sus comportamientos.
En otras palabras, no te limites a dirigirte a clientes individuales, sino que examina también sus estilos de vida. Puedes empezar a hacer esta investigación revisando los datos de los clientes en tu sistema de punto de venta (¡los historiales de pedidos pueden revelar mucho!).
Gracias a Internet, ya no tienes que esperar a que se te ocurra una técnica o idea brillante de qué es visual merchandising.
En lugar de ello, hay una serie de recursos inestimables disponibles en forma de blogs, tableros y otros.
Recuerda que cuando intentes optimizar tus metros cuadrados para conseguir el mayor número de ventas al por menor, un enfoque científico de formular una hipótesis, ejecutar tu idea y, a continuación, comprobar los resultados, te llevará a la rutina de probar nuevas ideas y quedarte con lo que funciona.
Con estos consejos en mente, sal y prueba estas estrategias de visual merchandising para ver por sí mismo cómo puedes aumentar las ventas mediante la exposición de productos.
