¿Por qué deberías de comprar la versión masculina o femenina de tus productos?
¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia real entre la versión masculina y femenina de algunos productos en la que no es tan evidente? El día de hoy nos adentramos en este tema y el resultado te sorprenderá.
Cada vez que vamos al super mercado nos encontramos con una impresionante lista de ofertas y productos que buscan conquistar nuestros bolsillos, el decidir entre uno y otro es un ejercicio que envuelve muchos factores, desde la familiaridad con las marcas, hasta la publicidad y las recomendaciones del mismo, sin dejar atrás el empaque y por supuesto, el precio.
Pero existe un detalle del cual no acostumbramos percatarnos y esto viene reforzado por una estrategia de mercado en donde las secciones hombre/mujer o niño/niña, se encuentran separadas ¿Sabes por qué? Porque muchos productos en realidad son los mismos y lo único que cambia son los colores o el empaque pero principalmente, el precio.
No hablamos de una diferencia mínima, estamos hablando de considerables cantidades, por ejemplo, Radio Flyer es una marca de scooters americanos que cuenta con un modelo en rojo para niños y en rosa para niñas. Ambos están hechos con los mismos materiales y cuentan con las mismas funciones, aún así, el modelo para niñas tiene un costo del 100% más ¿Lo puedes creer?
Este modelo aplica para otros productos de igual manera, por ejemplo, rastrillos, que muchas veces es la misma tecnología pero nuevamente, el costo de la versión femenina es mucho más elevado.
Servicios como los cortes de cabello también se ven afectados por este fenómeno y es que en realidad cortar el cabello de un hombre o una mujer lleva un proceso casi idéntico pero en los costos, la diferencia llega a sobrepasar el 200% del total entre uno y otro.
Un caso interesante que fue analizado por el estado de New York es el de la popular marca de juguetes Playmobil, la cual contaba con un diseño de barco en dos modelos, el de piratas para los niños y el de las hadas para las niñas, ambos barcos contenían la misma cantidad de piezas y el tamaño también era proporcional, aunque el precio de la versión de niñas era notablemente más elevado, otro caso claro de la diferencia en costos de entre la versión masculina o femenina.
Esta práctica no es nueva y la explicación se basa en que las mujeres tienden a gastar más que los hombres y su cultura de compra muchas veces no las lleva a preocuparse mucho por el costo de los productos sino por su beneficio, llámese emocional o relacionado a funcionalidad.
Sería muy interesante saber que productos son en realidad el mismo entre la versión masculina o femenina y cuál es la diferencia en costos, quizás podrías estar ahorrando una buena suma si comparas la próxima vez que realices tus compras.